
Por primera vez se tenían pruebas palpables de que un área determinada del cerebro controlaba determinados rasgos, como la amabilidad o la impaciencia.
Desde mediados del siglo XIX, el daguerrotipo ha pasado de mano en mano hasta llegar a Jack y Beverly Wilgus. Esta pareja lo ha tenido en su casa durante 30 años pensando que se trataba de un ballenero con un arpón en la mano. Por casualidad, un experto anónimo echó un vistazo a la foto y les aseguró que se trataba del célebre Phineas Gage y que lo que sujeta en la mano no es un arpón, sino la barra de acero que le atravesó la cabeza.Intrigados, los Wilgus acudieron a Escuela Médica de Harvard, donde se conserva un molde de la cara de Gage y comprobaron que los rasgos coincidían punto por punto con los del hombre de la imagen. También comprobaron que la barra de acero que aparece en el daguerrotipo es idéntica a la que aún se conserva en el museo. El hallazgo es tan interesante para el mundo de la neurociencia que será publicado la próxima semana en The Journal of the History of the Neurosciences y ya se extiende como un reguero de pólvora por la red.
1 comentario:
interesantísimo...
Publicar un comentario